Ya hemos hablado en otras ocasiones de algunos aspectos del pensamiento de Albert Einstein más allá de sus logros científicos. La última vez reprodujimos una carta donde bosquejaba sus ideas acerca de la educación y la labor de los profesores.
Vaya por delante que no pretendo emplear las opiniones de Einstein como criterio de autoridad ―él mismo dejó claro que no era sociólogo ni educador, sino que sus ideas eran fruto únicamente de su experiencia como alumno y más tarde profesor―. Ahora bien, dada la situación actual de la educación en nuestro país, con la trascendental importancia que tiene para el futuro de nuestros hijos, creo que es ilustrativo conocer qué pensaba el que ha sido considerado como el científico más importante del siglo XX. La claridad de sus argumentos y su perfecto encaje en la sociedad actual, pese a que fueron planteados hace casi cien años, no dejan de admirarme.