El ataque a la educación y las escuelas Waldorf

Hace unos días, Mauricio-José Schwarz publicó una entrada llamada “El ataque a la educación y las escuelas Waldorf”, contando algo sobre estas escuelas y su pedagogía, que es producto de los delirios de un ocultista austriaco de principios del siglo XX, Rudolf Steiner, cuya secta “antroposofía”, derivada de la teosofía de la extraordinaria impostora Helena Petrovna Blavatsky, es dueña de empresas tan diferentes como Weleda (pseudomedicamentos), Démeter (certificadora de la absurda “agricultura biodinámica” inventada también por Steiner), Dr. Hauschka (cosméticos), Triodos Bank y otras.

El hecho es que tras una queja del banco, Google decidió impedir el acceso a la entrada en dicho blog (aunque sólo desde dominios .es) por lo que, con autorización del periodista y con ánimo de dar a conocer a más personas la impostura del mismo, vamos a reproducir a continuación la entrada (anotación completa en formato PDF)

El ataque a la educación y las escuelas Waldorf

por Mauricio-José Schwarz

Siguen abriéndose escuelas en España regidas por algo que se llama “pedagogía Waldorf”, como “La cabaña del árbol” en Toledo.

Las muñecas sin cara comunes en las escuelas Waldorf. Los niños
tienen prohibido dibujar incluso caritas sonrientes hasta los 7 años.

El concepto “pedagogía Waldorf” parece señalar un origen legítimo en las prácticas de esa disciplina, puesto que “pedagogía” es la “ciencia que se ocupa de la educación y la enseñanza”.

Pero no es así. Es un sistema de indoctrinación esotérico, ocultista y producto de las divagaciones de una sola persona, de quien ya hemos hablado aquí al referirnos a la más visible institución perteneciente a su secta: Banca Triodos, el ocultista y médium austriaco Rudolf Steiner.

La “pedagogía Waldorf” es una serie de principios educativos que Rudolf Steiner, fundador de la secta llamada “antroposofía”, dijo haber conocido no estudiando la enseñanza, ni los procesos cognitivos de los niños, ni lo que funciona o no mejor en un aula, sino poniéndose en trance místico y “consultando” de modo clarividente una especie de biblioteca mística universal esotérica de la sabiduría que llamaba “registro akáshico” y que decía que estaba escrito en el “éter”.

La sede de la antigua fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria.
(Foto CC de Stephan Klage, edición de Parzi,
via Wikimedia Commons)

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