¿Qué es para mí la “verdad”?


Lo primero que ve viene a la cabeza para explicar este concepto es que la verdad es lo opuesto a lo falso, aunque esta aproximación no es de mucha utilidad porque nos exige definir qué entendemos por “falso” o la “falsedad”, encontrándonos con el mismo problema de inicio.

Para tratar de sortear este inconveniente podríamos decir que la verdad es una característica de determinados hechos si éstos existen, si son “reales” (como propuso en primer lugar Aristóteles) aunque, de nuevo,  nos veríamos obligados a ofrecer una definición precisa de qué es “real”, o de la propia “realidad”. Por ejemplo, la afirmación “la nieve es blanca” debe su verdad a cierta característica del mundo externo: el hecho de que la nieve es blanca. Esto nos lleva concluir que una creencia (un enunciado, una proposición, etc.) es verdadera si existe un hecho externo que la corresponda. Sin embargo, la solución no es tan sencilla porque lo que es real para mí puede no serlo para otro observador, o no serlo de la misma forma (pensemos que veo la nieve desde cierta distancia y me parece de un blanco inmaculado, pero alguien situado más cerca puede ver barro o suciedad en la nieve que la haga grisácea).

6 9 ¿Qué es para mí la verdad?Siguiendo con este argumento, el problema de la verdad como verdad epistemológica reside en los distintos sentidos en que podemos entender la correspondencia entre el enunciado y el hecho externo. Esto nos lleva a la importancia de definir claramente el contexto y ser precisos con el lenguaje que utilizamos al afirmar una proposición (en el ejemplo de la nieve, deberíamos concretar que la nieve es blanca vista desde 10 metros, que nos referimos a la nieve recién caída etc.)

Sin embargo, en nuestra vida diaria no es necesario ser tan estrictos como lo seríamos si estuviéramos analizando y describiendo un fenómeno cualquiera con un objetivo científico, donde la precisión es esencial (necesaria para la corroboración de la hipótesis).  En nuestro quehacer diario podemos contrastar las proposiciones con nuestro propio conocimiento, nuestro bagaje cultural y, también, teniendo en cuenta la credibilidad de nuestro interlocutor.

Por estos mismos motivos la verdad se puede manipular con relativa facilidad. Por ejemplo, algunos medios de comunicación ofrecen noticias sesgadas por intereses políticos, sociales o económicos, ofreciendo un único punto de vista de un suceso (una sola perspectiva interesada) y por lo tanto, impidiendo al oyente una valoración de lo sucedido de forma que pueda saber si la noticia es verdad. Alguien podría pensar que la noticia es verdadera de la forma en que se narra pero, al no ofrecer toda la información disponible, se puede estar distorsionando y ser así falsa. Lo miso sucede con la historia. Es conocida la frase atribuida a Winston Churchill “la historia la escriben los vencedores”: aunque contenga parte de verdad, el relato de los hechos que han ocurrido en el pasado no es completo, no es verdadero, si no se tienen en cuenta todos los puntos de vista y se hace una interpretación de los mismos según el contexto en que se desarrollaron.

En los casos planteados, la solución para detectar una verdad manipulada podría ser acudir a diferentes fuentes para escuchar diferentes versiones de la noticia, lo que nos daría una imagen más completa de lo ocurrido. De la misma forma, para conocer la verdad de algún hecho que haya tenido lugar en el pasado deberemos actuar de la misma forma, acudir a diferentes fuentes de información y hacer un análisis crítico, buscando posibles contradicciones.

Podemos concluir por tanto que la verdad no se puede analizar desde un punto de vista único. Si queremos describir lo más exactamente posible (léase objetivamente posible) un fenómeno dado, tendremos que hacerlo tomando en consideración el contexto, empleado un lenguaje preciso y ofreciendo la mayor cantidad de perspectivas. Sin embargo, esto trae consigo el problema de no terminar nunca porque tal grado de exhaustividad puede ser muy limitante ya que, ¿cómo sabemos que hemos incluido todos los puntos de vista posibles?

cisne negro ¿Qué es para mí la verdad?

Cisnes negros (wikimedia commons)

Esto me trae a la memoria la expresión incluida en una sátira del poeta Juvenal: “rara avis in terris nigroque simillima cygno” (que en español vendría a significar “un pájaro raro en tierra muy semejante a un cisne negro”). En la antigüedad se pensaba que todos los cisnes eran blancos porque jamás se había visto uno negro, ni tampoco había registro histórico alguno de cisnes con plumas negras. De esta forma, la proposición “todos los cisnes son blancos” era verdadera y nadie la ponía en duda. Sin embargo, en 1697, una expedición holandesa a la costa occidental de Australia (entonces conocida como Nueva Holanda) dirigida por el explorador Willem Hesselsz de Vlamingh, y cuya misión era rescatar a los supervivientes de una expedición anterior, descubrió una gran cantidad de cisnes negros en un río. El río que surcaban fue bautizado Zwaanenrivier (hoy río Swan, “cisne” en inglés).

La afirmación que antes era verdad, se convirtió en falsa al conocer más datos.

Nota: esta anotación es parte de un trabajo del curso Pensamiento Científico de la UNAM cuyo enunciado es: elabora un comentario de 500 a 1000 palabras sobre la verdad.  Como guía, puedes expandir alguna de estas u otras preguntas (no necesariamente todas): ¿Qué es para mí la verdad? ¿De qué depende la verdad? ¿Cómo puedo decidir sobre la verdad en situaciones diarias? ¿Cómo se puede manipular la verdad? ¿Cómo podría detectar una verdad manipulada?

 


3 thoughts on “¿Qué es para mí la “verdad”?

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  2. Muy interesante, es un tema que da para mucho. Quizá cuando reordene mis apuntes de mis lecturas de estos últimos meses, me atreva a aportar o escribir algo en mi blo. De momento: me he des-matriculado del curso de Pensamiento Científico porque no tengo tiempo :P una pena… ¡Que lo disfrutes!


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