Tengo que reconocer que el título de este comentario ya es engañoso de por sí. Nos hemos acostumbrado a emplear el término “conflicto” para referirnos tanto a una simple riña familiar como al caos más absoluto que se desata en un enfrentamiento armado entre dos Estados. Por lo tanto, en honor a la verdad creo que lo que está sucediendo en Siria se define mejor como una guerra civil en la que el Estado emplea todos sus recursos militares no sólo en derrotar a una parte de la ciudadanía que se ha levantado en armas ―los llamados rebeldes―; sino en eliminar sistemáticamente pueblos y ciudades enteras con el objetivo último de sembrar el terror más absoluto entre el resto de la población. La cifra de muertes aumenta sin parar (la inmensa mayoría de las víctimas son civiles) familias enteras cuyo único pecado ha sido nacer en ese país.