Esta mañana he tenido que viajar a Madrid por motivos profesionales y, mientras hacía tiempo para asistir a una reunión en la Plaza de las Cortes, teniendo tan cerca el Paseo del Prado, no he podido evitar dejarme llevar y recorrer tranquilamente esa magnífica avenida. El clima invitaba a ello, la temperatura no ha bajado de 16 oC, y un tenue sol asomaba a intervalos entre las nubes.
Pues bien, me he detenido como en tantas otras ocasiones frente a la escultura de D. Francisco de Goya, pintor y español inmortal, enmarcada en la imponente fachada del Museo del Prado.
Una gran cantidad de turistas se arremolinaban junto a ella para captar con sus cámaras fotográficas (y otros dispositivos) la tan consabida estampa. Sentado me quedé observando la escena cuando reparé en una pared blanca a mi espalda con una larga inscripción tallada en la piedra, y dos esculturas de bronce que la circundan. Era la primera vez que reparaba en ella y tras observarla con detenimiento, he sentido curiosidad por conocer más detalles de la misma.
Obra de Cristino Mallo, la mujer representa la sabiduría, mientras que el dragón, la ignorancia. El conjunto se planteó como una obra en homenaje al escritor Eugenio d´Ors Rovira y se inauguró en 1963, habiendo participado en su elaboración tanto el arquitecto e hijo del homenajeado Víctor d’Ors, como el también escultor Federico Marés.
La leyenda es la que sigue:
TODO PASA, UNA SOLA COSA TE SERA CONTADA Y ES TU OBRA BIEN HECHA. NOBLE ES EL QUE SE EXIGE Y HOMBRE, TAN SOLO, QUIEN CADA DIA RENUEVA SU ENTUSIASMO; SABIO, AL DESCUBRIR EL ORDEN DEL MUNDO, QUE INCLUYE LA IRONÍA. PADRE ES EL RESPONSABLE, Y PATRICIA MISIÓN DE SERVICIO, LA POLÍTICA. DEBE SER CATÓLICA, QUE ES DECIR, UNIVERSAL; APOSTÓLICA, ES DECIR, ESCOGIDA; ROMANA, ES DECIR, UNA. UNA TAMBIÉN ES LA CULTURA: ESTADO LIBRE DE SOLIDARIDAD EN EL ESPACIO Y DE CONTINUIDAD EN EL TIEMPO. QUE TODO LO QUE NO ES TRADICIÓN, ES PLAGIO. PECA LA NATURALEZA; SON ENFERMIZOS OCIO Y SOLEDAD. QUE CADA CUAL CULTIVE LO QUE DE ANGÉLICO LE AGRACIA, EN AMISTAD Y DIÁLOGO.
Creo haber ido al Museo del Prado muchas más veces que cualquiera de mis amigos madrileños, quienes por supuesto no valoran lo que tienen tan cerca, y siempre me ocurre algo parecido a lo que tú acabas de contar.
Normalmente me quedo en las galerías de Goya, Velázquez y Murillo, me gustan bastante, y siempre me traigo conmigo algo nuevo. Después lo repaso en un libro de la pinacoteca que tengo en casa y pienso, ¿cómo no me había fijado antes?
Como ves, no eres el único.
Es una sensación muy agradable. Nos recuerda que lo que vemos y sentimos, y los recuerdos que nos llevamos con nosotros, dependen de nuestro estado de ánimo, nuestra concentración, en definitiva de nuestro estado emocional en cada momento. A mí me sucede muchas veces cuando releo algunos libros: recuerdo la trama a trazos gruesos pero casi siempre me doy cuenta de pequeños detalles que en su momento pasé por alto. Es una sana afición volver a recorrer viejos lugares. Gracias por tu comentario.
La he disfrutado mucho!
Muchas gracias, me encanta que te haya gustado!!
Esto merece una entrada sobre Eugenio dÓrs Rovira.
Me lo apunto porque es un escritor, intelectual y persona realmente interesante de conocer. Creo que no sabemos en este país de ingratos quienes han sido nuestros mejores pensadores…
Billante entrada. Oportuna. Buenas fotografias y muchos deseos de haberlas podido hacer yo.