Para entender la paleoantropología. 2ª parte: La evolución

Les propongo que hagamos un breve y sencillo experimento. Prueben a introducir en el buscador de imágenes de Google los términos “evolución”, “evolución humana” o “evolución del hombre”. Verán desfilar ante sus ojos ―en múltiples variantes pero con un claro denominador común― una de las imágenes que más daño ha hecho a la comprensión de la evolución de nuestra especie:

evolucion humana Para entender la paleoantropología. 2ª parte: La evolución

Sigan leyendo esta anotación porque espero que al final comprendan bien el porqué.

En la primera parte de esta serie analizamos qué es la paleoantropología y cómo se forma la “materia prima” ―por decirlo de alguna forma― de su objeto de estudio: los restos fósiles de los organismos que vivieron en el pasado. Cuando estos fósiles comenzaron a ver la luz y nació la paleontología moderna, gracias sobre todo al trabajo de Georges Cuvier, se inició un estudio sistemático de los mismos que llevó a la comprensión de que la vida tiene una historia, que existe variabilidad, y que se puede analizar el cambio en la morfología de los animales extintos. Este hecho fundamental, junto con algunos otros, llevaron al asentamiento de la idea de la evolución de las especies.

No vamos a hacer un estudio pormenorizado de las diversas corrientes que llevaron al planteamiento de la teoría de la evolución por Charles Darwin (y Alfred Russel Wallace) en 1859, ni tampoco vamos a detallar los avatares por los que ha atravesado la disciplina desde entonces ya que supondría alargar en exceso este texto. Lo que sí pretendo es ofrecer una visión clara y comprensible acerca de qué es la evolución biológica y cómo funciona.

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CARL LINNAEUS (I)

 

Carl von Linné 248x300 CARL LINNAEUS (I)

Cuadro por Alexander Roslin, Nationalmuseum, Stockholm.

Carl Linnaeus (Carolus Linnaeus) o Carl von Linné [1] nació el 23 de mayo de 1707 (según el calendario gregoriano) en Råshult, provincia de Småland, en el sur de Suecia.  Su padre, Nils Ingemarson, era un clérigo luterano que había contraído matrimonio con Cristina Brodersonia, hija a su vez de un pastor.

El nombre que Linnaeus recibió al nacer fue el de Carl Nilsson (Carl hijo de Nils), aunque cuando fue matriculado en la universidad lo hizo como Carolus Linnaeus.  Esto se debe a que en los países escandinavos se empleaba el sistema patronímico para identificar a una persona, por lo que no se utilizaban los apellidos como lo hacemos en la actualidad.  Sin embargo, cuando había que rellenar algún formulario oficial, como sucedía al acceder a la universidad, era preciso contar con uno para distinguir a los alumnos (por ejemplo, en el momento en que los tío-abuelos de Linnaeus decidieron comenzar sus estudios de teología, tuvieron que inventarse uno y escogieron Tileander).  Dado que el latín era el idioma académico, Carl escogió Linnaeus, palabra latinizada a partir del término arcaico sueco linn que significa «tilo», un árbol que crecía en la propiedad familiar.

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