Este concepto historiográfico, el de la caída o decadencia del Imperio romano, ha sido y es en la actualidad objeto de múltiples interpretaciones por parte de los historiadores. Se trata además de un tema recurrente ya que se ha querido ver en sus causas un reflejo de las crisis económicas, sociales y políticas que vivimos en la actualidad.
Tradicionalmente, se ha considerado el proceso desde dos puntos de vista: como una larga transformación debida a fenómenos endógenos (la “decadencia”); o un derrumbamiento repentino por causas fundamentalmente exógenas (la “caída”). En concreto, los términos “decadencia” y “caída” nos traen a la memoria la obra maestra del historiador inglés Edward Gibbon (The history of the decline and fall of the Roman Empire – Historia de la decadencia y caída del Imperio romano), quien renovó la ciencia historiográfica gracias a su análisis del período tardo-romano, asumiendo una postura a medio camino entre las causas endógenas y las exógenas. Este trabajo continua vigente en muchas de sus conclusiones y es de lectura obligada para quien quiere profundizar en este tema.